encontré respuestas, me cambiaste las preguntas

02 septiembre, 2013

#59 la vida sigue pero todo cambia...

Vuelvo de nuevo, sigo con vida. Des de abril sin escribir, qué barbaridad. 
En fin, no me acuerdo dónde estaba la última vez que escribí en el blog, Madrid o Córdoba... pero ahora mismo ando por Córdoba. Voy a estudiar aquí y por cosas de la vida ya no vivo con mi padre, sino con mi pareja. No solos, pero vivo con él. 
Pensaba que me iba a agobiar estando casi las 24 horas del día con él, pero no es así. Realmente no llevo tanto tiempo como para asegurarlo al 100%, llevo aquí desde el 15 de agosto, pero estoy a gusto. Hay momentos en los que preferiría estar en Madrid, con mi gente de allí... pero se me pasa al rato. Les quiero y les echo de menos, pero este año tengo que estar aquí y estudiar. Vivir esta experiencia nueva.
Y como de experiencias nuevas me sobran, os diré que me ha dado por el nail art y tengo otro blog para esas cosas, es este.
La verdad es que me lo paso muy bien haciendo esas cosas, así que seguiré un bueeen tiempo. Es una cosa que me desestresa, así que mejor para mí.


Y nada, sigo con mis cosillas, sigo haciendo fotos (aunque un poco menos, el calor me amuerma)... lo de siempre, pero en otro lugar, con otras personas... 

No sé cuando será la próxima vez que escriba, quizás pasen meses o solo unos días...

Muak :)

29 diciembre, 2012

#57 darle la vuelta...

Me conformo con esos dos últimos versos. 
Sí, porque cada beso tuyo es como un verso que el mejor poeta regala a mis oídos.



Eso lo escribí hace menos de un mes y ya no me conformo con esos dos últimos versos porque después hubo más. En una noche que jamás olvidaré. Una noche en la que me hiciste el mejor regalo de cumpleaños.
Después de aquello pasaron tantas cosas, cosas tan turbias e irreales que aún no me creo nada.
Y aquí me tienes, esperando a que sea dos de enero, esperando a abrazarte. Esperando un beso más sincero que el último. Y unas palabras que no sé cuando saldrán de tu boca.
Solo tengo claro que ese día no será un polvo cualquiera, no será follar. Nos haremos el amor, porque los dos lo necesitamos. Los dos queremos sentir que somos importantes en la vida de otra persona, queremos sentirnos unidos. Porque nos queremos... aunque tú aún no te hayas dado cuenta del todo.

23 diciembre, 2012

#56


Hostias, que siempre apareces cuando menos me lo espero. Me retuerces como a una hoja de papel, me rompes, me quemas. Me conviertes en puta ceniza. Y luego no me dejas volar, despegar del jodido suelo donde no quiero estar. No quiero pensar en ti. No quiero pensar en nadie, solo en mi persona, ¿dije persona? No soy ni eso. Despojos de lo que una vez fui, eso es lo único que queda de mí.
Me prometiste el cielo, la felicidad. Y la culpa fue mía por creer esas palabras vacías de sentimiento. Debí haberlas visto así antes, ahora me doy cuenta de que nunca me quisiste como yo lo hice. Me dejé las entrañas en intentar hacerte feliz, ¿para qué? Para que te dieses cuenta el último día, cuando ya no había nada.
Y yo me siento como una niña pequeña a la que le han robado su juguete favorito. No tengo corazón. Me obligué a desterrarlo de mi caja torácica para enterrarlo en el jardín. Hondo, muy hondo. Solo el perro con mejor olfato conseguiría encontrarlo. Sé que no le hará daño, no lo romperá más. Cuanto más te cuesta conseguir lo que quieres, mejor lo tratas. O así debería ser. Lo fácil acaba siendo nimio.

Deberías desenterrarlo. Pero sé que no lo harás porque el tuyo está aún más hondo.

27 noviembre, 2012

#55

El momento en el que escuchas "no quiero estar contigo" se te cae el mundo encima. Tú pensando todo este tiempo que hay una mínima oportunidad, te vienes abajo... y no es algo que se pueda controlar fácilmente. Pero lo haces, lo controlas, ¿por qué? Porque no quieres "hacerle daño", no quieres que se sienta peor, no quieres que se sienta como una mierda. No quieres que se sienta como tú te sientes.

Ahora no sabes qué hacer, no sabes cómo reaccionar a ciertas cosas y muchas de ellas chocan en tu interior creando un terremoto de inmensas proporciones. Malditos terremotos, yo prefería las mariposas. Al menos no destrozaban nada a su paso.

Y todo se cae poco a poco, la ilusión se apaga a cada paso. Quién estuvo ahí. Quién. Para ti, nadie. Nada ha cambiado, nada. Y una risa cualquiera te suena irónica recordándote que la vida para ti es siempre igual, un camino de espinas con rosas marchitándose.

Solo quiero emborracharme de felicidad, vomitar buenos momentos y no acordarme de los malos, los que torturan mi mente cuando llega la noche a mi cama. Pero esos malos momentos son los que están más presentes en mi día a día... porque siempre aparece uno nuevo que destroza mis pocas ilusiones.

A mi puerta no llama nadie... opté por dejarla abierta y solo se cuelan los malditos demonios del pasado. Tú no apareces para sacarlos de allí, no... y yo sola no puedo, estoy sin fuerzas.
Las gasté soñando con mis pájaros en la cabeza revoloteando.

20 noviembre, 2012

#54

Cómo hacer que esa persona especial para ti, se enamore. Cómo hacer que deje de pensar en otra... cómo, cuando con esa persona no ha tenido nada y contigo ha vivido más cosas. Cuando tú has mostrado interés e incluso te has portado como una eskizo por no saber dónde estaba por el miedo a que le pasase algo.
Estás ahí, pero de nada sirve... y solo eres capaz de sentir impotencia, rabia y... dolor.
Dolor porque duele pensar en él, porque sabes que no hay ese sentimiento, que solo hay una atracción. Y empiezas a pensar que no eres nadie y que tú no eres para esa persona. Y tu cabeza te sigue diciéndo que sí, que sí que podéis estar juntos... quizás eso es lo que más duele, el que tu corazón y cabeza se empeñen en decirte que es ÉL.
Cómo saber si estás en lo cierto o te equivocas... cómo saberlo si solo quieres que pase el tiempo para ver si las cosas cambian y eso te hace más daño...
Pero ese daño te gusta, porque al menos le ves y compartís un poco de vuestras vidas juntos...
Cómo no enamorarte de esa persona cuando te das cuenta de que es lo que buscabas durante tanto tiempo...
Cómo no enamorarte cada día más de esa puta sonrisa que te deja gilipollas...
Cómo no admirarte por cada cosa que haces, por cada palabra que pronuncias y por cómo lo haces.
Hace casi tres años que te conozco y nunca pensé que viviría algo así, aunque no sea del todo como imaginaba.
Nada es como imaginaba, sinceramente. Y aunque no sea lo que yo busco y por una parte no me guste, por otra sí.
Me gusta tenerte al lado, que respires de vez en cuando en mi cuello susurrándome que me corra, que si me gusta lo que me haces.
Me gusta cuando te me quedas mirando con esos ojos tan llenos de vida y de ilusión, de metas por cumplir...
Me gusta cuando te ríes, porque es una risa tan especial que contagias todo lo que sientes en ese momento.
Me gusta tu hiperactividad, tu locura... resumiendo: me gustas. Me gustas mucho aunque duela. Es contraproducente para mí todo esto y no es lo mejor después de una ruptura, pero el dolor revive. Me revive mis putas entrañas como jamás nada ni nadie lo ha hecho.

31 octubre, 2012

sería la #53... pero ya no lo es...

Esta es una mierda como otras tantas que escribo. Realmente todo es mierda. Sí. También esa entrada en la que hablo de sexo, ¿y por qué? Porque yo me sentía como una mierda mientras lo escribía. Como ahora. Pero no, esta no va de sexo. Esta va de amor. De amor de mierda.

Estoy cansada de escuchar que el amor es bonito. Sí, no os voy a engañar, LO ES, ¿pero hasta cuando? Cuando te das cuenta de que lo has dado todo, cuando miras al fondo del tarro y solo ves restos que ni juntandolos dan para dos días... ¿qué haces? ¿cómo te sientes?
¿Y como te sientes cuando eso pasa cuando la otra persona empieza a darse cuenta de todo y a mejorar?
Yo me odio, quizás como jamás lo he hecho. Me siento como esa mierda que además de ser pisoteada innumerables veces, es arrastrada y restregada en un escalón.
Sí, no tengo la culpa de que el tarro se acabe, no tengo la culpa de querer llegar con los dedos a esos restos e intentar usarlos en vano, pero me sigo sintiendo mal. No por mí, por él.
En su lugar yo estaría rabiosa, pensando que me han tomado el pelo: “intento mejorar las cosas, creía que iba por buen camino, ¿y así me lo pagas?”. Sí, esas serían seguramente mis palabras...

Solo quiero llorar. Dejar de existir. Ser una piedra. Una puta maldita piedra a la que patean pero no siente nada de ello. Ni frío, ni calor, ni dolor... nada. NADA.
Es un problema cuando hay tanto calor en un lado y algo de frio en el otro. El todo se destempla.