encontré respuestas, me cambiaste las preguntas

27 noviembre, 2012

#55

El momento en el que escuchas "no quiero estar contigo" se te cae el mundo encima. Tú pensando todo este tiempo que hay una mínima oportunidad, te vienes abajo... y no es algo que se pueda controlar fácilmente. Pero lo haces, lo controlas, ¿por qué? Porque no quieres "hacerle daño", no quieres que se sienta peor, no quieres que se sienta como una mierda. No quieres que se sienta como tú te sientes.

Ahora no sabes qué hacer, no sabes cómo reaccionar a ciertas cosas y muchas de ellas chocan en tu interior creando un terremoto de inmensas proporciones. Malditos terremotos, yo prefería las mariposas. Al menos no destrozaban nada a su paso.

Y todo se cae poco a poco, la ilusión se apaga a cada paso. Quién estuvo ahí. Quién. Para ti, nadie. Nada ha cambiado, nada. Y una risa cualquiera te suena irónica recordándote que la vida para ti es siempre igual, un camino de espinas con rosas marchitándose.

Solo quiero emborracharme de felicidad, vomitar buenos momentos y no acordarme de los malos, los que torturan mi mente cuando llega la noche a mi cama. Pero esos malos momentos son los que están más presentes en mi día a día... porque siempre aparece uno nuevo que destroza mis pocas ilusiones.

A mi puerta no llama nadie... opté por dejarla abierta y solo se cuelan los malditos demonios del pasado. Tú no apareces para sacarlos de allí, no... y yo sola no puedo, estoy sin fuerzas.
Las gasté soñando con mis pájaros en la cabeza revoloteando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario